Rechazar es liberar, porque el no es una manera de plantear un límite, de ejercer la personalidad, de encaminar las decisiones. Rechazar permite crear conflicto, endulza la malicia, decora la desconfianza bien fundamentada. Enriquece los caminos difíciles. ¿Porqué? Permite al propio ser mantenerse a sí mismo, íntegro y fuerte, sin temor a la soledad y con el suficiente espacio personal para sentirse cómodo con los demás.
El rechazo permite construir el espacio personal, pero no se debe usar siempre, porque todo lo que se usa en exceso lleva a confundir el placer de hacer la cosa en cuestión con respecto al provecho y honestidad que ello representa. A veces hay que decir sí; a veces hay que posponer la decisión. Se puede, es válido, y hubiera salvado muchas vidas el hecho de decirle al otro "dame un tiempo para decidir", antes de entregarse a una posibilidad, a una falsa y ciega esperanza. Rechazar el apuro está bien porque permite contemplar. ¿Qué se contempla? Lo que se quiera contemplar, lo que se haya decidido observar, degustar, etc. Por lo tanto, rechazar da, además de espacio, tiempo. Bien utilizado es un elemento hermoso.
El rechazo permite construir el espacio personal, pero no se debe usar siempre, porque todo lo que se usa en exceso lleva a confundir el placer de hacer la cosa en cuestión con respecto al provecho y honestidad que ello representa. A veces hay que decir sí; a veces hay que posponer la decisión. Se puede, es válido, y hubiera salvado muchas vidas el hecho de decirle al otro "dame un tiempo para decidir", antes de entregarse a una posibilidad, a una falsa y ciega esperanza. Rechazar el apuro está bien porque permite contemplar. ¿Qué se contempla? Lo que se quiera contemplar, lo que se haya decidido observar, degustar, etc. Por lo tanto, rechazar da, además de espacio, tiempo. Bien utilizado es un elemento hermoso.
Pablofago
"Este post no es nada sin los demás."
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