Antes de ir al baño

Simplemente es cosa de percibir la sensación y movilizarse al retrete o al sitio elegido para hacer la necesidad. Eso es ir al baño, pero qué pasa cuando no hay uno cuando se ocupa. Quizás se sienta el más hondo de los temores mientras se trata de olvidar que se tenía ganas y se piensa en otra cosa. A veces es inevitable tan siquiera disimularlo y todos los que están alrededor habrán de notar algo raro en uno, y preguntarán, "¿te sientes bien? ¿Qué te pasa?...", al tiempo que ponen cara de consternación. El deseo de tener un baño cerca, entonces, se convierte en el mayor de todos y sólo una situación aun mayor como el real peligro de muerte o alguna acción extrema podrán llevarlo a segundo plano. El cuerpo tiene con qué hacerlo: adrenalina, además de reacciones químicas.

A veces hay que esperar horas para ir a orinar o a cagar. A veces, ya cuando el baño está al alcance, hay que hacer fila. De vez en cuando pasa que el sitio no tiene papel higiénico, ante lo cual un par de medias se irán, literalmente, a la mierda. Con frecuencia pasa que el baño, si es público, está sucio y maloliente. En fin, los acontecimientos en torno a ir al baño, antes y durante, son incontables.

Antes de ir al baño, y sin uno cerca, pueden pasar millares de pensamientos, relacionados con nostalgia, la que se tiene por ese lugar cómodo donde uno se sienta para hacer la necesidad;odio, por no haber ido antes o no haberlo hecho bien; desconcierto, por sólo poder pensar en una cosa, que es ir al baño, y perder la concentración de lo que se llegó a hacer a tal lugar, ya sea un examen o una final de mundial; etc y etc.

¿Y después? El alivio más dulce y el confort en su máxima expresión. Todo un orgasmo y todo un aliciente para seguir con lo que se estaba haciendo o para dar comienzo a algo, lo que sea.

Pablofago
"Este post no es nada sin los demás."